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Por Miguel Tirado Rasso
Convendría que, en honor de la
ex servidora pública, se incluyera
en la nomenclatura al “Instituto
para Devolver al Pueblo lo Robado”
Resulta que Elena García, la alcaldesa de Tultitlán, Estado de México, ya de despedida de su cargo tuvo una ocurrencia que no dejó muy contentos a los miembros de su comunidad. Al menos, no a quienes resultaron afectados con la gran idea de la ex jefa municipal, quien pensó que esto podría ayudar a su carrera política o, detrás de esta aparente inocentada, hay una perversa intención para hacerse de algunas propiedades, despojando y desalojando a algunos residentes del municipio.
Sin aviso previo, los habitantes de las colonias Fimesa ll, Fimesa lll y El Paraje amanecieron con la novedad de que sus colonias, con más de 30 años de antigüedad, habían sido fusionadas y rebautizadas con el nombre de Cuarta Transformación. Además, la nomenclatura de las calles había cambiado y los códigos postales también se modificaron. Ahora las calles llevan los nombres de proyectos, programas sociales y frases características de la 4T.
El ingenio de la ex alcaldesa no tuvo límite. Cabecita de Algodón, Sembrando Vida, Becas Benito Juárez, Me Canso Ganzo (sic), Tren Maya, Pensión para Adultos Mayores, Mujeres con Bienestar, Canasta Alimentaria, Crédito a la Palabra, Acúsalos con su Mamá, fueron algunos de los nombres colocados en, al menos, 40 calles.
Los habitantes del municipio han manifestado su inconformidad con esta medida, que califican como una burla de la ex alcaldesa. Se quejan de que la autoridad no hizo una consulta ni recabó la autorización de los residentes del lugar. Con estos cambios, los vecinos están obligados a actualizar sus documentos personales, como licencia para conducir, credencial del Instituto Nacional Electoral (INE), credencial del Bienestar, etc., lo que implica enfrentar a una burocracia siempre lenta y poco efectiva.
El gobierno se defiende al señalar que el cambio forma parte de un proceso de regularización urbana que lleva a cabo el municipio pero, con ese pretexto, los habitantes sufrieron el despojo de sus terrenos por parte de la autoridad. Denuncian que el gobierno municipal derribó casas alegando que son terrenos de su propiedad. Señalan que han presentado más de cien amparos y conseguido 18 suspensiones provisionales para detener las acciones de despojo y desalojo por parte del Ayuntamiento.
Además, descubrieron que funcionarios del Ayuntamiento estaban revendiendo los terrenos que habían quitado previamente a los vecinos.
Vaya despedida de la alcaldesa. Típico ejemplo de lo que se conoce como el año de Hidalgo. Convendría que, en honor de la ex servidora pública, se incluyera en la nomenclatura al “Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado”. A doña Elena le quedaría como anillo al dedo.
Enero 9 de 2025