Un científico de los océanos investiga mientras bucea en Samoa Americana.
© Ocean Image Bank/Shaun Wolfe
El uso del conocimiento científico, el desarrollo de la capacidad de investigación y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías marinas son esenciales para la gestión sostenible de los océanos, fue una de las afirmaciones que resonaron el jueves en la reunión sobre el océano celebrada en Lisboa, Portugal.
La cuarta jornada de la Conferencia de la ONU sobre los Océanos se centró en el papel de la comunidad científica para hacer posible la transformación azul de la relación de la humanidad con el mar.
Con más de tres mil millones de personas que dependen en gran medida de los ecosistemas marinos para su alimentación y sustento, el despliegue de soluciones para alcanzar los objetivos relacionados con los océanos depende de las acciones de las generaciones actuales y futuras.
Peces nadan alrededor de un arrecife de coral en el Mar Rojo. / Coral Reef Image Bank/Alexander
La ciencia para el desarrollo sostenible En los últimos años se ha producido una mayor innovación científica y un progresivo reconocimiento de la importancia que tiene la oceanografía para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a cumplirse en 2030. Se han desarrollado diversas iniciativas que son implementadas por la ONU, por los gobiernos, la sociedad civil y la comunidad científica. El compromiso y el involucramiento de las partes interesadas son esenciales para aprovechar al máximo la oportunidad que ofrece el Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030) y hacer realidad la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) es el organismo que trabaja para reforzar la colaboración internacional en materia de ciencias del mar e investigación oceánica, una labor que ningún país puede realizar por sí solo. Un momento crítico Tras aplaudir los recientes avances en investigación marina, los científicos asistentes en la Conferencia subrayaron la necesidad de actuar de inmediato. La bióloga marina y oceanógrafa Sylvia Earle participó toda la semana en el evento de Lisboa. "Usa tu poder y haz que otros usen el suyo para proteger la naturaleza, para corresponderla, para detener la matanza y para entender que podemos atajar la contaminación que estamos causando", afirmó Earle.
Añadió que "este es el momento; es ahora o nunca, un momento crítico de pasar a la acción. Es la mejor oportunidad de encontrar un lugar dentro de los sistemas naturales para mantenernos vivos".
Emanuel Gonçalves, miembro del consejo y científico jefe de Océano Azul Foundation, reiteró la necesidad de actuar ya:
"No podemos esperar 30 años más para proteger el 8 por ciento del océano, que es lo que tenemos ahora; incluso ese 8 por ciento no está adecuadamente protegido. Sólo entre el 2 y 3 por ciento está totalmente protegido, así que debemos poner en marcha la agenda ahora mismo y no en 2030", afirmó Gonçalves.
Un biólogo marino revisa un acuario de arrecife dentro de un laboratorio del Instituto Australiano de Ciencias Marinas. / © Giacomo d'Orlando
Derecho del Mar y alta mar
La promoción de la ciencia oceánica reconocida por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que establece las obligaciones de los Estados y las organizaciones internacionales de promover la cooperación internacional en la investigación científica marina, optimiza las condiciones para los científicos y promueve la difusión de datos científicos.
Como la alta mar representa más de la mitad de los océanos, Gonçalves subrayó la necesidad imperante de resolver su problema de gobernanza.
“Los mecanismos actuales no nos permiten establecer áreas protegidas, y sin alta mar no es posible proteger el 30 por ciento de los océanos. Debemos asegurarnos de que el acuerdo sobre alta mar avance, no solo ahora, y encaminarlo para que las instituciones puedan garantizar esta protección y ponerla en marcha”, dijo el experto.
Elvira Alvarado, bióloga marina dedicada a salvar arrecifes de coral, buceando
junto a sus colegas en Colombia. / Ecomares/Andrés Obregón
Y tú, ¿qué puedes hacer? Para Sylvia Earle, la vida depende de los océanos: "el océano nos mantiene vivos, y tenemos que mantener vivo al océano", por lo cual pidió que cada uno haga algo para salvarlos: "en tu patio trasero ¿qué vas a hacer para plantar plantas, flores y árboles autóctonos que puedan ayudar al océano? Proteger la naturaleza es tarea de todos". Gonçalves sugiere tres cosas para ayudar a salvar el océano: votar, promover soluciones a los problemas y cambiar nuestro comportamiento de consumo. Asimismo, al hablar de la iniciativa RISE UP for the Ocean (un llamado conjunto de la sociedad civil, los pescadores, los pueblos indígenas y las organizaciones filantrópicas a los gobiernos y las empresas para adoptar medidas para salvaguardar el océano), Gonçalves reclamó que el mundo necesita pasar de un llamado a la acción a un plan concreto de acción. Por su parte, Liu Zhenmin, jefe del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA), sostuvo que la declaración política que se aprobará el viernes, tras el acuerdo de los Estados miembros alcanzado antes de Lisboa, muestra que el mundo está en vías de tomar medidas urgentes para evitar un daño cada vez mayor al océano, y calificó el resultado de "tranquilizador y profundo".
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