El Serengeti europeo, la reserva para grandes herbívoros en Milovice, cerca de Praga, en la República Checa, se enfrenta a cantidades cada vez mayores de contaminación plástica en los últimos dos años: bolsas de plástico, paquetes y envases de un sólo uso son llevados por el viento desde un vertedero municipal situado a menos de un kilómetro de distancia.
Aunque el basurero existe desde la década de 1990, los problemas de la reserva cercana con la contaminación plástica comenzaron en los últimos dos años. “Esto se asocia con el hecho de que el vertedero ha crecido más que el bosque circundante, que lo protegía del viento. Ahora la parte superior del basurero está expuesta a ráfagas de aire y los plásticos ligeros vuelan a kilómetros de distancia”, afirmó Dalibor Dostal, director de la Organización Europea de Conservación de la Vida Silvestre.
La mayoría de los plásticos recogidos en la reserva son de un sólo uso y bolsas de polietileno HDPE, películas plásticas para empacar productos electrónicos y poliestireno. La contaminación repetida de la reserva con plásticos de un sólo uso muestra que el sistema actual de clasificación y reciclaje no funciona bien.
“Los plásticos que lleva el viento los recogemos del vertedero y siempre se llevan a un contenedor amarillo. Ya que no son aptos para su posterior procesamiento, se transportan al vertedero, de donde el viento los lleva de regreso a la reserva, donde los recogemos y los tiramos en contenedores amarillos... Este ciclo interminable de plásticos no coincide con la idea de una economía circular como se pretendía originalmente”, agregó Dostal.
La contaminación sistemática de la reserva con plásticos muestra que la Unión Europea debe adoptar medidas más enérgicas para limitar los plásticos de un sólo uso. Las bolsas de plástico han sido prohibidas por docenas de países en todo el mundo, incluidos muchas naciones en desarrollo, pero “tanto la UE como la mayoría de sus estados miembros están bastante retrasados en este sentido”, continuó.
Hay una prohibición total de las bolsas de plástico en países como Italia y Francia, China, India, Marruecos y Kenia; una prohibición parcial está en vigor en los Estados Unidos, Canadá, Australia y Brasil. En varios países de la UE, únicamente se prohibió el suministro gratuito de bolsas de plástico en 2018.
“Sin embargo, esta medida es totalmente insuficiente. Arrojar basura a la reserva de Milovice para grandes herbívoros y las bolsas de plástico omnipresentes en los campos, en las zanjas de las carreteras y en otros lugares muestran que las regulaciones en la República Checa para esta contaminación son muy débiles”, concluyó Miloslav Jirku, del Centro de Biología de la Academia Checa de Ciencias.
Más plástico en los suelos que en los mares
Los plásticos se discuten con mayor frecuencia en relación con la contaminación de los océanos y los ríos, particularmente en Asia, Serbia, Bosnia y Herzegovina. El año pasado, la ONU advirtió sobre la desastrosa contaminación del suelo, que contiene incluso más plásticos que los mares.
Además de los desechos plásticos que matan animales marinos, aves y otros organismos, la descomposición gradual de estos materiales en los llamados microplásticos también presenta un riesgo: los científicos los han encontrado en el agua, el aire y el suelo, en la montaña más alta del mundo y en la fosa marina más profunda, pero también en la sangre y en los pulmones humanos. Según los expertos, esto es un peligro potencial para la salud humana.
La reserva de grandes ungulados de Milovice, también llamada el Serengeti europeo, es un proyecto de conservación de la naturaleza mundialmente conocido.
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