Por Déborah Buiza
@DeborahBuiza
deborahbuiza.com
Algunas cosas necesitan ser llevadas a servicio después de cierto tiempo de uso, como lo mencionan los manuales o instructivos. En el caso de los autos, después de cierto kilometraje uno tiene que llevarlos a revisión y ajustes que permitirán que siga funcionando de manera correcta y no nos deje tirados en el momento más inoportuno. Pero nosotros no somos cosas ni traemos manual o instructivo de uso.
Y entonces andamos mal dormidos, mal vestidos, mal comidos, mal ejercitados, con dolores físicos un día sí y otro también; con temas por resolver que van dejando su efecto en el camino de nuestros días y de nuestras relaciones. Vamos al médico, tratamos de seguir un tratamiento, cambiamos de alimentación y modificamos hábitos porque las circunstancias nos obligan o porque, de no hacerlo, las consecuencias serían muy lamentables. ¿Por qué esperar hasta ese momento?
Lejos de las exigencias culturales, sociales y materiales, tal vez en el fondo, la única exigencia para el hombre es que sea la mejor versión de sí mismo y ser feliz. ¿Qué hacemos diariamente para crecer y cuidarnos? ¿Cómo procuramos nuestra felicidad? ¿Qué tanto mantenimiento nos damos para no dejarnos tirados en el momento más inoportuno?
Es un hecho: necesitamos mantenimiento. Darnos tiempo, espacio y recursos para funcionar no sólo de la mejor forma, sino en óptimas condiciones.
¿Por dónde empezar? ¿Por lo más urgente, por lo importante; por lo que, de no atenderse, traería mayores consecuencias; por lo más fácil, por lo más caro? Por donde quieras hacerlo está bien. El asunto es empezar. Considera que lo único con que cuentas, en realidad, eres tú mismo y que, de no cuidarte, no disfrutarás tu vida al 100 por ciento, sino padeciéndola.
No es tarea sencilla, porque implica mirarnos (y con ello también mirar lo vulnerables que somos), valorarnos y darnos importancia, ponernos en primer lugar, asumir la responsabilidad de nuestra persona y cuidado; aceptar que lo que no hagamos por nosotros difícilmente lo hará alguien. Es nuestra vida, estamos a cargo y sería fundamental estar en las mejores condiciones posibles para nosotros mismos (sí, así, con pleonasmo).
Necesitas dormir, ¿cómo puedes mejorar tus horas de sueño?
Necesitas energía, ¿de qué forma puedes obtenerla para tus actividades diarias?; ¿qué necesitas cambiar en tus hábitos de alimentación?; ¿qué necesitas incluir?, ¿qué necesitas dejar ir?
Necesitas que tu cuerpo funcione y se encuentre sano, ¿cómo aumentar tus capacidades físicas de resistencia, fuerza, flexibilidad, velocidad y potencia?; ¿tienes alguna enfermedad a la que no has dado importancia, seguimiento ni tratamiento?; ¿necesitas descansar?
Necesitas un espacio para ti, una mente sana y un espíritu fortalecido. Ve a terapia; toma unas vacaciones; bríndate momentos que te hagan sentir tranquilidad; pinta, baila, ve a un concierto, descúbrete, encuéntrate, resuélvete, modifícate a tu favor…
Necesitas… ¿Qué necesitas? Ahora es el momento, ¡cuídate!
Comments